El origen de Nakamba

El origen de Nakamba

Desde tiempos inmemoriables, la humanidad busca sanar sus males con sus propios remedios y orándole a todo aquello en lo que uno cree, bien sean personas, dioses o seres del más allá.

Un gran vidente africano acaba de llegar a la península con la intención de brindar sus servicios y conocimientos de santería con diferentes rituales a todas las personas interesadas o necesitadas de ello, con las técnicas hechiceras aprendidas de su propia tribu.

Él se hace llamar Curandero Nakamba, apellido proveniente de Zimbabue, país del interior del sur de África y muy conocido por sus vistas y fauna. Dividido en 8 provincias y 2 ciudades provinciales (10 zonas en total), Nakamba proviene en concreto de Gutu, el tercer distrito más grande de Masvingo, provincia que limita con Mozambique al este, Matabelelandia Meridional al sur, Midlands al norte y oeste, y Manicalandia al noreste, y cuya capital es la ciudad de Masvingo.

Es un país en el que la gente le da mucha importancia a las artes y música, de ahí que numerosos rituales y celebraciones se realicen encuentros musicales y ociosos con su gente. Los artistas son muy apreciados en el país, y viven gracias a sus creaciones y proyectos. Entre las diferentes cualidades artísticas en Zimbabue, cabe destacar la cestería, la pintura, la alfarería o la joyería. Sus pinturas son muy llamativas, plagadas de colores y formas geométricas que crean cenefas y redes modulares. Esto se lleva también al terreno tribal, en el que estas pinturas pasan a ser rasgos faciales al maquillarse imitando a estas.

Determinando el lugar de proveniencia de Nakamba, se define a la tribu a la que pertenece y en el que se basa para hacer sus tratamientos.

El Bantú es un complejo lingüístico que da lugar a una amplia variedad de lenguas, y a su vez, a un grupo extenso de diferentes etnias y tribus. Entre todas ellas se encuentra la tribu Shona, que se divide en 5 subgrupos, y de los que se diferencia el grupo Kalanga, al que pertenece Nakamba. A los curanderos de esta tribu se les denomina N’angas, y son especialistas en rituales de lluvia a través de su Ser Supremo Mwali o Ngwali. Para ello, se visten con una camisa blanca y falda negra larga para realizar el ritual, pudiendo estar estampadas o no las prendas, además de que todos sus hechizos y liturgias combinan diferentes hierbas, especias y conjuros, pero no sacrificios con animales.

La religión que siguen es espiritual, combinando cristianismo y animismo. Esto quiere decir que le dan gran importancia a las almas y espíritus, que se dividen en 2 grupos: los errantes que vagan por el mundo, y los de los antepasados que rondan a las personas o nombrados vadzimu. Ellos dicen que cuando están ejecutando un ritual de sanación, un espíritu de ese tipo se introduce en sus cuerpos y deposita todas sus fuerzas y energías en la persona que recibe el ritual. Cuando este termina, el espíritu abandona el cuerpo del curandero.